Los agravios comenzaron el 11 de agosto cuando los empleados notaron diferencias en sus ahorros. Algunos aseguran que estos descuentos alcanzan incluso los 3,000 pesos. Esta situación culminó en una marcha organizada por el Foro Permanente de Trabajadores del Gobierno de la CDMX el 18 de agosto, con la presencia de trabajadores tanto sindicalizados como no sindicalizados.
El Gobierno capitalino ha ofrecido datos sobre los pagos programados para los trabajadores, pero la falta de una justificación clara sobre los descuentos previos mantiene el conflicto activo. Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ha negado el uso indebido de estos fondos para actividades políticas, pero sin ofrecer una explicación concreta. Luz Elena González Escobar, secretaria de Administración de Finanzas, señala la dificultad de malversación de fondos dada la naturaleza del fideicomiso, pero esto no ha calmado las aguas.
El FONAC no es sólo un ahorro. Es una prestación que permite a los trabajadores reservar parte de su salario, con aportaciones adicionales del gobierno y del sindicato. Esta suma se liquida anualmente en la primera semana de agosto, y representa una parte vital de la estabilidad financiera de los trabajadores, además de ofrecer seguros de vida e invalidez. Por ello, cualquier descuento no autorizado amenaza no solo sus ahorros, sino la protección y seguridad financiera de sus familias.
Esta crisis pone en evidencia una urgente necesidad de diálogo y transparencia en la gestión de los recursos y prestaciones laborales. La ciudadanía y los trabajadores afectados aguardan con expectación una pronta solución al conflicto.
